A los que me conocen un poquito, saben que la cocina es una de mis grandes pasiones y también fracasos en muchas ocasiones... Pero la parte que más me gusta de la cocina, es la cocina en situaciones extremas; como se puede hacer platos geniales a partir de cuatro movidas pochas que queden en la nevera. Bueno pues con esto de la nueva independencia, hay que aprender a apañárselas para comer bien pero que no te quite el tiempo o dinero que escasean en estas situaciones. Por eso esta entrada va dedicada a cómo comer bien, sin mucho esfuerzo:
Fin de mes, dinero escaso, pereza de bajar a hacer la compra, nevera puesta a 6 grados porque apenas hay comida........ No llames al telepizza! No te rindas!
¿Que tienes una manzana, una cebolla y unos espaguetis de hace cuatro días? Puedes hacer un plato exquisito, quizá sólo te falte el ingrediente clave que una esos tres sabores tan extraños. ¿De donde crees que salió la paella? de hacer un revoltijo de sobras. Arriésgate y abre tu mente!
Si has pensado en todas las combinaciones posibles y todas ellas te provocan retortijones sólo de pensarlo, siempre puedes unir fuerzas e ingredientes con otro compañero de piso que esté en tu misma situación, a ver que pasa. La unión hace la fuerza.
Otro recurso es que, aprovechando que se está de intercambio y hay muchas culturas distintas que te rodean, pidas consejo a alguien exótico que te ayude a hacer de las sobras un plato exquisito; quizá en España es impensable comer una naranja con sal, pero ahora que la he probado........ mmmmmmmmm qué rica!
Si todas estas cosas no funcionan, siempre se puede llamar a los amigos, a ver si alguno organiza una fiesta o una cena en su casa y así ya tienes el plan arreglado. Con un poco de esfuerzo y de echarle morro, se puede llegar a estar una semana subsistiendo a base de este método, garantizado. Recuerda que algún día tienes que devolver toda esa hospitalidad, sino no durarás mucho en este sistema.
Y mi consejo final: caso de pifiada culinaria, recuerda que para algo existen las salsas y las especias; no hay mal sabor que no pueda ser tapado con un poco de kepchup ;)
Fin de mes, dinero escaso, pereza de bajar a hacer la compra, nevera puesta a 6 grados porque apenas hay comida........ No llames al telepizza! No te rindas!
¿Que tienes una manzana, una cebolla y unos espaguetis de hace cuatro días? Puedes hacer un plato exquisito, quizá sólo te falte el ingrediente clave que una esos tres sabores tan extraños. ¿De donde crees que salió la paella? de hacer un revoltijo de sobras. Arriésgate y abre tu mente!
Si has pensado en todas las combinaciones posibles y todas ellas te provocan retortijones sólo de pensarlo, siempre puedes unir fuerzas e ingredientes con otro compañero de piso que esté en tu misma situación, a ver que pasa. La unión hace la fuerza.
Otro recurso es que, aprovechando que se está de intercambio y hay muchas culturas distintas que te rodean, pidas consejo a alguien exótico que te ayude a hacer de las sobras un plato exquisito; quizá en España es impensable comer una naranja con sal, pero ahora que la he probado........ mmmmmmmmm qué rica!
Si todas estas cosas no funcionan, siempre se puede llamar a los amigos, a ver si alguno organiza una fiesta o una cena en su casa y así ya tienes el plan arreglado. Con un poco de esfuerzo y de echarle morro, se puede llegar a estar una semana subsistiendo a base de este método, garantizado. Recuerda que algún día tienes que devolver toda esa hospitalidad, sino no durarás mucho en este sistema.
Y mi consejo final: caso de pifiada culinaria, recuerda que para algo existen las salsas y las especias; no hay mal sabor que no pueda ser tapado con un poco de kepchup ;)
2 comentarios:
Esos son recursos y lo demás cuentos. Esto va viento en popa a toda vela.
A ver qué tal estamos hasta final de curso y sobre todo que los resultados sean buenos. Besos MUM
Wenas blanch!
Me he suscrito a tu blog a traves de Google Reader, asi que a ver si añades alguna entradita, que lo tienes muy abandonado. Aunque si es porque sigues liada con entregas te perdono :)
Muchos besos.
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