Una de las asignaturas que estoy cursando aquí es Vivienda Social. En Chile se da una de las políticas de vivienda más interesantes de Latinoamérica, que consiste en que el gobierno financia la construcción de viviendas, aportando parte del capital, previa condición de que la familia que postula haya ahorrado una cantidad mínima de dinero. De esta forma se ha conseguido disminuir notablemente las condiciones de precariedad habitacional en el país.
En el curso estamos trabajando con casos reales de familias que viven en la comuna de San Bernardo, al Suroeste de la ciudad de Santiago. Estas familias tienen una vivienda y ahora optan a recibir un subsidio de ampliación de la misma, ya que la casa es tan básica que se les queda pequeña. Nuestro papel dentro del proceso es, por un lado formativo al ser una asignatura de la carrera, y por otro lado de colaboración en el diseño para mostrar a los vecinos posibilidades de ampliación.
El primer paso fue estudiar cada caso, ver las condiciones en las que se encuentran las viviendas, conocer a las familias, escuchar las peticiones, evaluar cada caso en particular y llegar a un gran abanico de posibles proyectos.
Lo más interesante del curso es que estamos poniendo en práctica estrategias de diseño participativo, donde las familias tienen un papel fundamental en el proceso creativo. El diseño no depende sólo de los caprichos o invenciones de un arquitecto, sino que el papel de éste se transforma en el de un mediador, un profesional que muestra un gran catálogo de opciones y evalúa la forma en que las familias se sienten identificadas con los proyectos, para incluir los deseos de las personas en el diseño final.
Esta mañana fuimos a visitar a las familias para mostrarles el trabajo y recoger sus opiniones. Fue una experiencia muy enriquecedora.
En el curso estamos trabajando con casos reales de familias que viven en la comuna de San Bernardo, al Suroeste de la ciudad de Santiago. Estas familias tienen una vivienda y ahora optan a recibir un subsidio de ampliación de la misma, ya que la casa es tan básica que se les queda pequeña. Nuestro papel dentro del proceso es, por un lado formativo al ser una asignatura de la carrera, y por otro lado de colaboración en el diseño para mostrar a los vecinos posibilidades de ampliación.
El primer paso fue estudiar cada caso, ver las condiciones en las que se encuentran las viviendas, conocer a las familias, escuchar las peticiones, evaluar cada caso en particular y llegar a un gran abanico de posibles proyectos.
Lo más interesante del curso es que estamos poniendo en práctica estrategias de diseño participativo, donde las familias tienen un papel fundamental en el proceso creativo. El diseño no depende sólo de los caprichos o invenciones de un arquitecto, sino que el papel de éste se transforma en el de un mediador, un profesional que muestra un gran catálogo de opciones y evalúa la forma en que las familias se sienten identificadas con los proyectos, para incluir los deseos de las personas en el diseño final.
Esta mañana fuimos a visitar a las familias para mostrarles el trabajo y recoger sus opiniones. Fue una experiencia muy enriquecedora.
2 comentarios:
Bueno Blanchi ya veo que estás guapísima de rojo y con el té? calentito. Además veo que el tema de las viviendas participativas te mola un montón. Sigue tan entusiasta. Besos. Mum
me parece genial esta dinamica de trabajo...pensando siempre en la spersonas que van a habitar sus viviendas...
exitos!!
x.
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